Me importa un rábano.

Me importa una mierda si Alemania tuvo la culpa o no de las Guerras Mundiales. Ya odiaba a la mayoría de los guiriufos estos antes porque parece que me quieren invadir la isla.

Me importa un pepino si no sé desfilar. Total, no voy a ser modelo ni ganas de caminar con cara de mala uva y andares de caballo.

Me importa bastante poco el día de la paz. Y porque quiera estudiar inglés no significa que me tengan que poner delante de todo el instituto a leer un puto poema con mi 'super' pronunciación ¬¬

Y también me importa poco la ética. Cuando acabe el instituto no me acordaré de nada de lo que he aprendido. Y seré quién soy yo ahora: borde, materialista, egoísta, superficial, etc. Así que no importa que me intenten educar porque si no lo han hecho en casi 16 años, ahora no lo conseguirán.

Y lo que menos me importa es que no os guste la música que escucho. Si para vosotros la música buena es la que sólo mete ruido, la que ponen en la MTV y discotecas agobiantes, o que vuestros padres que aún viven en los ochenta os hacen escuchar, allá vosotros.

Soy quién soy.

Seguiré metiendo Nesquik y azúcar moreno en la leche hasta que se me caigan los dientes, seguiré cerrando la puerta del armario antes de irme a dormir como si fuera a salirme un monstruo de ahí, seguiré gritando cada vez que vea una simple foto de un tiburón y seguiré diciendo 'igualmente' 'coño' y 'puta' cada dos palabras. Porque así soy yo y unos mierdas profesores que se creen que saben algo de mí y no saben más que que tengo los ojos oscuros y me paso el día pintarrajeando los libros no van a decidir lo que debo o no hacer.

Odio estas semanas de estrés